Mirando al electorado independiente y con fuertes críticas al Gobierno nacional, el senador mendocino Ernesto Sanz se lanzó ayer como precandidato presidencial por la UCR. "Hay que desbordar las fronteras partidarias. Por eso no pido el voto para la UCR sino para liderar un proyecto alternativo de país. Sin el radicalismo no arrancamos, pero con el radicalismo solamente no llegamos", aseguró Sanz desde el Teatro Gran Rex, a metros del Obelisco.
Sanz se reservó el rol de único orador y desgranó los principales problemas de los argentinos, como la inseguridad y la inflación.
"La Presidenta no tiene autoridad moral para hablarnos de seguridad porque su campaña electoral (la de 2007) fue financiada por el delito y por recursos provenientes del lavado del dinero",
"Voy a perseguir a los jefes del crimen organizado hasta ponerlos tras las rejas. Esto no es una amenaza, es un compromiso", prometió después.
Luego, Sanz aseguró que terminará con los cortes de las vías de circulación que hacen los sindicatos, que impiden viajar a millones de argentinos. "Me importan más los derechos de los trabajadores que el poder de las cúpulas sindicales", lanzó mostrando fortaleza.
Tras decir esto, el precandidato radical buscó "romper el mito" de que sólo los gobiernos justicialistas terminan el mandato. "Si gano las elecciones, habrá un hombre en la Casa Rosada que no se dejará abrumar por los fantasmas del pasado", aseguró.
También Sanz habló de la inflación. "El Gobierno conoce el problema pero hace de cuenta que no existe", sostuvo y prometió que en su primer año de gobierno revertirá la tendencia para que la curva inflacionaria comience a descender.
Sanz además habló del mal momento de la educación argentina y sostuvo que se han invertido como nunca recursos para el área, pero se los ha invertido erradamente. "Yo voy a llevar adelante una enorme reforma educativa; ellos -por el kirchnerismo- no lo han hecho ni lo harán".