El peligro de la militancia política

Texto adaptado de "El peligro de la práctica marcial" del Budoka Pablo Piccione

Militar en una organización política antiguamente era extremadamente peligroso, nos exponía al mayor riesgo que puede correr un ser humano: perder su propia vida . Actualmente ocurre algo peor que eso, para ser más exactos: podemos perder la esencia de nuestra vida. El mal desarrollo de la política nos llevará a vivir estériles, inútiles y condenados.

Actualmente nuestra vida no corre riesgo mientras militamos, corre riesgo en el interior de nuestra alma. Desde el momento que alguien comienza a transitar el camino, ha tomado la responsabilidad más grande de su vida, la de respetar sus principios y ser coherente entre lo que dice y lo que hace y es allí donde corremos riesgo, corremos el riesgo, el peligro, de traicionarnos a nosotros mismos, de traicionar el camino que hemos decidido llevar.

Los líderes de cualquier estructura política (se supone) han entendido estos preceptos, recordemos que liderar una construcción política significa haber aprendido lo básico. Tanto en lo que respecta a la técnica, como en el pensamiento. Muchos creen que han superado el camino, que ya no deben recordar lo básico, llevan su puesto político en su frente como si fuera lo más importante que tienen, mostrandole a todos que han logrado llegar a ese nivel.

Es verdad que hay un momento que se supera lo básico, cuando el militante logra la superación real. Pero eso es una superación natural, y el mismo cuerpo así lo expresa. La cara comienza a arrugarse, el cabello a teñirse de blanco, el cuerpo a debilitarse, el cuerpo demuestra que se ha recorrido un camino muy largo, pero es en ese momento, si es que somos reales "líderes políticos" que el espíritu muestra una fortaleza jamás vista.

Porque la única muestra de maestría, es la coherencia entre lo que se es y lo que se debe ser. La militancia política nos enfrenta al gran reto y al gran peligro de mostrarnos quienes somos en realidad.

De mejorar día a día. Cualquier persona con estudios suficientes, puede generar amplios análisis, ganar debates, y describir la realidad con la precisión de un micrómetro*.

Pero no todos podrán lograr el verdadero reto de la política, la cual es que haciendo una analogía de la gran frase de Mas Oyama: La Política comienza con un punto y termina en un circulo.

Esta todo dicho.

*Instrumento de medición cuyo funcionamiento está basado en el tornillo micrométrico que sirve para medir las dimensiones de un objeto con alta precisión, del orden de centésimas de milímetros (0,01 mm) y de milésimas de milímetros (0,001 mm)